Biografía (actualizada 2019)

Álvaro Hernando (Madrid, España, 1971) es maestro y licenciado en Antropología Social y Cultural (especializado en lingüística evolutiva y en los fenómenos de lenguas en contacto). Colabora como periodista en diferentes medios y, principalmente, dedica su tiempo a la docencia. Cuenta entre sus publicaciones con los poemarios Mantras para Bailar (2016) y Ex-Clavo (2018), Chicago Express (2019). También ha sido invitado a participar en publicaciones colegiadas, como la que rinde homenaje a Federico García Lorca, Poetas de Tierra y Luna. Homenaje a Federico García Lorca: Reedición de Poeta en Nueva York (2018). Ha participado en varias publicaciones colectivas de cuento, entre las que destaca el volumen Cuentos @ (2019), de Editorial Magma, Lenguas en Tránsito. Ha publicado poemas, ensayos, artículos y relatos en diferentes revistas de España y Estados Unidos. En la actualidad es delegado para EEUU de la revista de literatura especializada en Poesía Crátera, así como colaborador en distintos medios especializados dedicados a la literatura y a la docencia. En el año 2018 recibe el Premio Poesía en Abril, otorgado por la organización del Festival Internacional de Poesía de Chicago, donde vivió por varios años formando parte de la comunidad de escritores en español del Medio Oeste norteamericano. En la actualidad vive en Madrid, donde trabaja como asesor para el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

martes, 29 de diciembre de 2015

Danza en silencio



Apaguemos el fuego con llama

sequemos el mar con golpes de gota

escribamos poesía en los cadáveres de los amados;

de eso se trata, de amar a contracorriente

con fe ciega y rumbo incierto.


Que nos recuerden con ganas de olvidarnos

por ser una pregunta constante,

incómoda y llena de compromisos

a la que solo se pueda contestar con pobreza

si hay mentiras estrujadas entre las manos.


Y es que voy a pasear mi bandera y mis ideas

por la tierra seca y helada, con pies descalzos

y todas las energias emergiendo de un convencimiento:

abrazo la idea de bailar contigo

cuando todas las orquestas callen.



(Danza en siencio, Álvaro Hernando)





lunes, 28 de diciembre de 2015

Danza en siencio



Apaguemos el fuego con llama
sequemos el mar con golpes de gota
escribamos poesía en los cadáveres de los amados;
de eso se trata, de amar a contracorriente
con fe ciega y rumbo incierto.

Que nos recuerden con ganas de olvidarnos
por ser una pregunta constante,
incómoda y llena de compromisos
a la que solo se pueda contestar con pobreza
si hay mentiras estrujadas entre las manos.

Y es que voy a pasear mi bandera y mis ideas
por la tierra seca y helada, con pies descalzos
y todas las energias emergiendo de un convencimiento:
abrazo la idea de bailar contigo
cuando todas las orquestas callen.


(Danza en siencio, Álvaro Hernando)

Elegía amante

Elegía amante

No te voy a descubrir ahora
entre tus muslos,
junto al púrpura manar
del nacimiento de tu vientre.
Eso se lo dejo al azar
de cualquier otro amante.

Prefiero encontrarte
en las cosas conocidas, por primera vez,
en trémula conciencia inocente,
puede que embaucada
por un poeta entristecido,
o por su sirena dulce,
o por la esperanza frágil
o en voz de todos los demonios vírgenes.

Quiero tu mano en mi cara
perdonándome el dolor
que causaré, seguro
cuando me canse la vida
y desaparezcamos juntos
de tu instante,
de tu presente continuo,
de tu atareada
belleza indemne.

No te voy a olvidar ahora
entre tus muslos,
justo tras el sonrosado manar
de mi placer ya muerto.
Eso se lo pido, imperfecto,
a tu perfecto recuerdo.

Subway net

Los desconocidos se tejen
tras sus delicadas trayectorias
monótonas y curvirrectas
anodinas e indoloras
incoloras y anónimas.

Ella mira y le conoce
y se reconoce en su mirada limpia
perdida entre líneas, renglones
llenos de metáforas imposibles
y de rimas inexactas.

Los andenes se llenan
de esos hilos de colores
grises, por tonos oscuros
deseando entretejerse
enlazarse estrangulados
y estallar en arcoiris.

Él la huele y no levanta
su montura y su mirada
de los párrafos vacíos
de la poética enterrada
y a bocados la inhala.

Los desconocidos se bordan
y se brillan en cada
simple nudo, en cada
giro recto, en cada conversación
enlazada y
con cada casualidad resuelta.

Ellos se abordan
con la imaginación
ni se tocan, ni se besan
pero tampoco se cansan;
se aman en silencio y
desconocimiento inútil
y se arropan las miradas.

Los desconocidos se descosen
se sacuden el olor, el sudor
el miedo a la concentrada soledad
a su esencia perfumada
y dejan el vagón,
con tristeza, a cada parada.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Cuervo

I

Hay un cuervo muerto en Grant Avenue
es un cuervo sin plumas
casi polluelo
un proyecto de elegante cuervo negro
que ha quedado en una cara desfigurada
rosácea y aplastada
como pasada por un desierto
seca.

II

Hay un cuervo muerto entre Market Street
y Linden
Mirándonos desde abajo
con la vista hueca
de himenóptero repleta
deshaciéndose en dudas
por nuestros pasos entre charcos,
no hace frío.

III

Hay un cuervo muerto dentro de mi cabeza
ríe, desplumado, grotesca piel rosa,
en dos dimensiones ocupa
el lugar que el polvo y la broza
alimenta en mi pecho
y anida de ti en mí
con su panza hinchada
y sus pies descalzos
cubiertos tan solo por garras
de avechucho polluelo muerto.

IV

Hay un cuervo muerto dentro de tu pecho
me pertenece entero
con sus plumas que le faltan
con su vida que fue
con su alma que llora
                                                 todo es mío
el lugar oscuro entre estrellas y perfumes
abierto sólo para esas mis tristezas
que haces tuyas (y alimentas)
con la fe puesta en que tornen
sueños de polluelo aún en el nido

V

Hay un cuervo muerto mirándonos perplejo
flotando en la nada inexistente
que duda de su presencia
y de la nuestra
reflejo de azares y desvíos
presa de oscuras formas en el agua
salpicado de lluvia y soledades
esperando encogerse con el tiempo
tapando con su pobre cuerpo cuervo
humanas oquedades.

(Cuervo. Álvaro Hernando)

domingo, 20 de diciembre de 2015

El ojo de Ulises.

El ojo de Ulises.


Ulises tenía un ojo gris azulado
y uno otro marrón.
El grisáceo era el que captaba la atención
una galaxia en expansión
llena de vida y energía
un campo magnético y gravitatorio
para los afectos de metal
y las personalidades de peso.
Un ojo gris azulado
en el que se escribía la bitácora de su viaje
en el que se reflejaba el caballo de Troya
en el que se oían los ecos de los cantos de sirena
en el que se miraba Ajax enfrentado
y muriendo
en disputa por las armas de Aquiles.

Pero su ojo marrón
ese de un castaño profundo y dulce
ese era el que enamoraba a los amantes
como Calypso al amor queda encadenada,
o a los incautos,
ser en piedra enamorada,
como si a Medusa miraran a los ojos.
Era imposible no abrirle una ventana
a un beso, a un instante en tiempos de prisa,
a un momento de sonrisa y maravilla.
Estando expuesto a ese ojo marrón
infantil
inocente
inmenso
de un Ulises que nos regresaba
a todos y cada uno
de nuestros reinos de Ítaca,
yo volvía a ser niño inocente.


El ojo de Ulises
Álvaro Hernando

jueves, 17 de diciembre de 2015

Por todo ello

Por todo ello

Rasgar tu tiempo.
Parar tu latido.
Aferrarme a tu pelo.
Ahotar contra la mía tu cadera.
Penetrar tus gemidos.
Seguir respirando
tu aroma húmedo,
un petricor sobre el colchón,
sudor llovido en mitad de la tormenta
sin resistencia.

Tu cicatriz me muerde el pudor,
me lo desgarra y me lo sangra

y se me esparce
por la cara desnuda
por los pechos desnudos
por el alma oscura
por el segundero.

Todo empapado.
Ahogado en inocencia,
esa sustancia pegadiza,
empalagosa y de trago delicioso,
que me hace tatuar tus defectos
en un afecto de brillo y tinta.

Los pendientes atraviesan carne,
trampas de no más de un parpadeo
en los que me abrazas con los ojos,
mirándome tus labios,
descubres mi luz más recóndita
titilando en un eterno querer sobrevivir
           a mi negrura.

Por todo ello, gracias.

Álvaro Hernando (La herida eterna/Camille, tengo dudas)

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Libre

Libre 


Acepté la libertad
en tu voz
y en tus curvos pasos,
en tu infinita manera de perderme:
elegí el placer del camino incierto
voluntario
por la arena amarilla
con los pies descalzos.

Acepté la libertad,
en ellos,
que amaban la vida
y el placer;
que no sabían como arroparse
con ella
con ello, en cada curvo momento

Acepté veros libres,
a todos,
porque no puedo ceñir mi amor
a una cámara sin presión
ni a unos minutos de película muda
ni siquiera a una vida de imágenes robadas
alineadas en una caja de latón
conservando para siempre esos momentos
de libertad
encerrada.

Es tiempo de sernos libres
frente a sus voces y golpes
frente a sus pocas razones
pese a su fuerza y
su odio.
Es tiempo de danzar
la melodía, como locos
pájaros que escapan de pechos
y brisas que ventilan ideas
como nieve que hiela el odio
como papel que alimenta el recuerdo.

Y mírame siempre libre
vivo o muerto, pero libre
que de ésos, los que no ven brillar la fiebre
en mis ojos
no quiero que sepan siquiera
que aún en tus latidos vivo
matando los miedos.

(Libre. Álvaro Hernando)

martes, 15 de diciembre de 2015

H.elena con H.

H.elena con H.

te encuentras presente
en un pasado de vuelta
y el cigarro en la boca
el tabaco abrazado
liado con humo y palabras fingidas
cazarte el éter, escenario
de juegos de palabras         y de bocas

de tus fotos de mar.Es
yo en tu piélago
Mem y sus aguas,
un caballero sin sombrero
pinto en negro fulgor
complicada lucidez en mí
Ho Ponto Rosso 

desH.aprendo la costumbre
H.amor se escribe con H.
para ti y para el H.olvido
como H.umo
como el H.orgasmo              en el que H.ardes
en el que te inventas dejarLE.TRAS
del momento que te roba el aH!ora.

las palabras son las que giran
¡Bailemos! ¡Bailemos las LE.TRAS!
que giren como locas
entre sombras bellas
que yo me limito a pisarlas
parándotelas un H.instante
y tu visor parcial H.iende el aire.


Álvaro Hernando

lunes, 7 de diciembre de 2015

Un sueño para Apolo

Un sueño para Apolo


Soñé contigo
de manera sorprendente
ilícita y desnuda
y todo ello
entre tierra ardiente
observándote
estremeciéndome tu canto
desde el Helicón
hasta el Parnaso
como Apolo que te cuida
                                 o te condena.

Y tu voz
que me llega
como comida caída al suelo
como caléndula, en agua helada,
o sed nutrida con sal
o con savia elaborada.
Soñé con un manto fértil
para mis semillas
yermas
con ácido regadas.

Y
me quedé dormido
soñando por sorpresa
con los ojos como platos
calículo de párpados
sobre falsedad ornados
de esa tu mirada hueca
peán arrítmico
danza irreal
en busca de un abrazo.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Si estás viviendo esto

Si estás viviendo esto

Si es que ves esto
es porque hay belleza en ti

recuerda mostrar tu miedo
recuérdame cómo saltar sobre él
solo esconde tras tu mano tu boca
sonríele ruborizada a tus pies

Si es que escuchas esto esto
es porque hay belleza en ti

con todas tus cicatrices y polvo entre los sueños
con todas tus tristezas atrapadas en tus zapatos
soplando lejos de esas brillantes estrellas que un día
de tu dulce vista fueron apartadas

Si es que tocas esto
es porque hay belleza en ti

no respirar todavía la derrota
no llorar hoy por el pasado
no jugar aún tu mejor baza
no asustarse de la noche

Si es que sientes esto
es porque es en ti donde reside la belleza

Si estás viviendo esto
Álvaro Hernando



Ayer vi un video grabado por una estudiante. En él muchos adolescentes oían como alguien les decía que había belleza en ellos. A pesar de la derrota, la vida que les marca, les pesa, a pesar de la oscuridad en sus miradas, vi belleza en todos ellos.

El poema fue escrito originalmente en inglés y lo que queda de él es esta traducción. El video que me conmovió es este:

http://culturainquieta.com/es/inspiring/item/8522-una-estudiante-capta-la-expresion-de-las-personas-al-decirles-que-son-hermosas.html


If you´re living this

If you´re living this


If you´re seeing this
it´s because you´re beautiful.

Remember to show your fear
remind me how to jump over there
just hide your mouth behind your hand
smile to your feet if you´re blush.

If you´re listening to this
it is because you are beautiful

with all your scars and dust in between dreams
with all your sadness tied into your shoes
blowing away from the bright stars that some day
from your sweet sight were pulled away

If you´re touching this
it is because you are beautiful

not yet to breath the defeat
not to cry today for the past
not just to play your trump
not being afraid of the night.

If you´re feeling this
it´s because it is in you where the beauty is.

If you´re living this
Álvaro Hernando


http://www.boredpanda.com/people-told-you-are-beautiful-video-shea-glover/

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Invierno en las pisadas

Y si te digo que cantan grillos
bajo mis pies
en este invierno que piso
cantan toscos y graves,
como crujiéndose el color blanco
con que se visten.

Y si te digo que vendan
con metales muertos
mis tobillos,
pasos de baile fingidos,
casi obligados.

y si te digo que el invierno
viene solo
y me deja completo
de todo acompañado

¿Quién teme así al frío,
cuando sé que el cricrí,
el crack y el clamp,
sonarán en obsoleta melodía
durante nuestra
eterna primavera?

Álvaro Hernando

lunes, 9 de noviembre de 2015

duda cierta

Duda cierta

Mi norte está en tu Sur,
en una idea naciente
en parto roto sin llanto
y en hielo mojado
o en la mano reposada           sobre las llamas
junto a tu vientre
entre tus muslos
o en esa constelación tatuada
agua pura, gota, y sal
perdida en la mar          bajo la ola de barro

Me vengo y entretengo
a anotar rimas cognadas
gen a gen sobre tu piel
y a enjaezar recuerdos
o a cambiar el cuerpo
a tu apetito
modelado de piel y sudor            entre tus dientes
succión de eternidades          
                                     aspiradas
inhaladas de la asfixia
y libertad fresca en el pecho
rota en mármoles filosos
que tan secos fluyen             de la garganta al pecho
que ya pavimentan el camino de ida
y venida
directos acortando advenimientos

mi Pantagruel ahíto
náyade perdida en un secano
conquistadora hundida
bella repulsiva,
virgen Magdalena         prima de los deseos
sí pero no
mi confusión meridiana
indecisión más terminante
nereida de bitácora oxidada
mi alegría perdida
                          por todo ello camino     sobre lumbres
en busca de las manzanas
por tus parpadeos mordidas

(Álvaro Hernando)

domingo, 8 de noviembre de 2015

Otoño de Ulises

A menos ropa
entre las ramas de tu enebro
a menos distancia
arcéstida dulce
belleza encastrada en un roce
besos que se visten
de seda suave
en color ocre craso
como pequeñas dobladas de esquina
de esa niña a la carrera
que asenderea en viento y broza
en tirabuzones
el camino volador de una hoja
                         así
así son los besos
                         que me encuentro
               entre pasos y hojas
al doblar cada una esquina
que lleva a tu cuerpo



                a tu cuerpo
a tus páramos de bozo y peca
a tus vértices de leche
a tu mar denso de sal
                                   y estremecimiento
y al placer, regalado,
mandón y maduro                placer
                           hasta en la tristeza
desde el agradecimiento
de dos guerreros            con la victoria castrada
en un otoño de supervivencia
y serena felicidad encapsulada
en un rayo de luz solar
de millón de millas enviado



A menos prisa
de esa que el segundero exhala
sin sombrerero loco
sin mercader, ni prudente premura
sin traje invisible
o de mojado cartón,                    
ni pespuntes a hilo de oro
que guarden con fina puntada
nuestro pecho aprisionado,
te finges, bordado                     mi tulipán
                  amarillo
¡prisa, qué prisa tienes
por desaparecer del cuadro!
decolorada y turbia
                     desde arriba, furiosa
                                fingirte                 ajena
concentración desocupada
disperso haz de gris sarmiento.



Y de tus valles vengo
con sus bellas aves cetreras
con su mies y calamento
plácido escorar de suelo, dulces praderas    
cuestarriba y cuestabajo
todo en mi recuerdo, mi bitácora escrita
como de una vida añeja,
de tu paisaje             expulsado.
pero               me tienes              dentro
yo a ti también
no es poco
                y te pongo en papel
del que se escribe con fuego
para que nadie te me olvide
                                      ni borre
aunque uno acabe
sin perro y sin Penélope.

sábado, 31 de octubre de 2015

VI

La intuición es nada:
es una firma
en el honrado contrato               entre la desleal paranoia
y uno mismo.

La intuición no sana,
no calma,
               no sacia.

Ojalá fuera la intuición fe,
pero es duda.

lunes, 26 de octubre de 2015

Poema XXVI

Date una ducha 
limpia tus pecados
sécalos a golpe de agua 
y desinfectante


date otra ducha
no vayas tan limpio
la vida mancha
y así lo hago
de nuevo cortina de cristales cálidos y blandos que me cortan
por donde más duele
por la inocencia
la pulcra e inmaculada inocencia

mientras lo hago sales
"voy a tirar la gasolina
a echar basura
a barrer el asfalto
a peinar hojas de otoño"

Oh, qué confusión
Vive, empapada en gasolina
siempre puedes ducharte una tercera vez
dejándote calar por las hojas que mañana serán secas
o pedazos de fino papel incrustado en el hielo
o en la manta blanca que nos espera
ésa
de abrigarnos desesperados en el invierno
por no perdernos entre ducha
y ducha

bésate
mírate
ves.até los miedos que apecan tu pecho
como tatuados diarios 
de veranos pasados
salitre y brisa que no volverán a posarse
en esta tu sucia y seca piel

Espera
aclárame            dame tu voz en mi espalda

sábado, 17 de octubre de 2015

Pasos

Pasos por la vida.

Ahí de la mano
un paso, tras otro,
y otro tras el primero
y el segundo
hasta treinta
pasos blancos 
los primeros
los de padre amable
los de Libreros
de Plaza Cervantes
los de Calle de los Colegios

Anhelo de piel, 
bañada de viento, 
mojada de sombra 
impura y alegre
libre y sedienta de
taula 
Tramontana
agua turquesa
y polvo, camino viejo.
Treinta pasos, los segundos.

¨Prometo flotar, 
elevarme y elevarte, 
sobre la arena, 
sobre el agua y 
el barro, 
por encima 
por encima del fuego y,
sobre todo, 
alejando de tus pies el olvido." 

Treinta pasos,
los terceros,
los maduros
los que flotan en el viento
los que bien saben

Cavallerías luce 
en tus ojos febriles
felinos los latidos
delatando 
sonidos de niño
pura fragancia
de Luna madre
mordisco de salitre 
y piel de tamarindo. 
Treinta pasos, 
de ésos quedan
como siempre
los más de niño
inseguros
los primeros
los futuros
los inciertos
los de vida repetidos
pero nunca
nunca en un tiempo de recuerdos
los últimos pasos perdidos.

(Para Luismi, Luis, Luismigüel, Luismón, en su treinta cumpleaños. Y para Rocky, que parece que le cuida)

Con cariño, de Álvaro Hernando


domingo, 11 de octubre de 2015

Tortuga

si pudiera ser una tortuga
pequeña tortuguita tartamuda
caminando entre arenas de playa
o entre nubes de las que albergan mil formas
o entre acuarelas sobre papeles de escuela

si pudiera saltar como hacen ellas
las galápagos más atrevidas
de siglo en siglo a paso lánguido y casi
por demás que sea largo
titubeante y casi tembloroso

a un temblor por casi día
son pasitos de gigante
de los de botas de siete leguas
aunque nosotros los veamos de ésos
de los más lentos en carrera

si pudiera ser tortuga con duro caparazón
con costra hecha de piel queratinosa
llagando con la boca el aire
luz.yendo a perla negra
en ojo nublado de tristeza

hay si pudiera
caminar tan emocionadamente lejos
en un tanto tiempo de estornudo
un largo eterno hipo
como ellas, las tortugas, con sus arrugotas y sus

sonrisas

de tortuga vieja

quién no querría ser tortuga
controlando el tiempo de cada latido
midiéndonos la mecha por el olor a pólvora
con tiempo necesario para pensar

para sentir

amar

recordar

olvidar

yo quiero ser tortuga
para dibujar mis devaneos en el mar
a fuerza de cabalgar salvajes
las corrientes de agua cálida
sobre caminos de sal





Brújula impaciente

Brújula impaciente 

la vida me llegó cambiada de mano
cansada del paso
atribulada por un mapa
lleno de detalles
que no eran necesarios

la vida me llegó de mañana a ayer
orientada hacia un Norte bien marcado
directo al Sur
y con el Sur, poderoso, clavado
hacia ninguna parte

la vida me llegó cambiada de mano
me encotró con el paso firme
pero me atropelló
en definitiva
en pleno ocaso

(Álvaro Hernando)

miércoles, 30 de septiembre de 2015

plegaria dulce

Plegaria dulce

Te ruego
revivir el verano
el verano húmedo, 
el verano seco, 
el verano fresco,
¡todos!

Los veranos bajo tu parra.
Algún día.

Recuperar la pisada
sobre gota húmeda,
canícula regada
de talones a puntillas
sobre la brizna flotante de heno. 

La inocencia en el paso
y la determinación inconsciente
hablarnos de amor de madre
de fidelidad de amigo
ladrar al cachorro
sentir estallido
de risa incontrolada.

Recuperar los veranos
húmedos, secos, frescos,
¡todos!

Recuperar el caos
de burbujas de soda
que esquivan las molestas moscas
en el tedio del estío
abajo de tu parra
debajo de tu piel
bajo tu falda.

Recuperar los veranos,
y ponerle al sabor turbio de un insomnio
aquella melaza 
que desprendía de tu piel blanca
con mi boca de asno. 

Plegaria por los perdidos
húmedos, secos, frescos: 
los veranos. 
Y por los dedos, empapados,
en la difunta inmortal parra
que seca me llama
y araña mi agua
desde un sórdido olvido.


Álvaro Hernando

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Trova inacabada

Trova inacabada 


Cada instante,
trova, robada al tiempo
amable en el caminar
de la mano tomada,
trova,
repetida la cadencia
paso tras paso
   como se repiten horas
mapas
sentimientos
enlazados en la misma estrofa.
La vida,
      trova.

Si pudiera abrazarla
otra vez
aunque fuera otra,
o un recuerdo borrado,
incluso fuera un cadáver,
de idea,
una caricia muerta
a pesar de las ausencias
un beso de ida
sobre todas las estadísticas
un no de vuelta


La vida,
      trova siempre inacabada
por pies de bailarín
caricia picada de viruela
niña con sueños por cumplir
que tamborilea en mi entresueño
justo en lo más molesto de la falta
tu falta
en tu presencia imposible
en el recuerdo inexacto
en la cabeza vacía
llena de eco de llanto.


La trova,
imagen de luna roja
nana desafinada.


y al son
he visto
   distanciarse de mi memoria
como olvidados
aquellos sonoros besos.
y al son
he sentido
    como disipados
los instantes, que se acaban,
y las caricias más cálidas.
y al son
he aprendido
   como quien busca barro
que los granos de arena
no cuentan el tiempo que pasa
al perderse entre los dedos,
sino el tiempo que perdimos
contando el tiempo.

La trova,
compás de ritmo eterno
notas desacompasadas.


(Alvaro Hernando, estrofa robada del poema "Trova")

lunes, 21 de septiembre de 2015

Nostalgia

La vida indiferente escribe

con ritmos del segundero

tirana

todo en mayúsculas

con sólidas, las esdrújulas

y desnudas, sobrellanas.



Miro firme esas palabras

e inspiro nuestros instantes,

entre silencios,

oxígenos viejos,

que me sirven los recuerdos

en tu delicado cáliz.



Húmedo, vehemente aire cálido,

azotado por las gotas,

inmarcesible el son

como himno de victoria

con que tu ausencia perfuma

en la mañana, imperfecta,

aquéllos, mis tiempos primeros

de descubrimiento y rubor.



Un despeñadero idearte

y un retener el perderte.

Gateo a tu precipicio

cuando temo olvidar recordarte

y recuento instantes perdidos;

saetillas en punto oscilante

de las de relojes modernos.

Ésos de guiños constantes

y de redichos silencios,

como un cursor que demanda

escribirte en un verso nuevo.



Y en incógnitas me vuelve,

en impertinentes preguntas

en imprudentes momentos,

tu puta ruleta de ausencias

inocencia en niño muerto,

recuento de pasos dados

cuesta arriba, cuesta abajo,

desde tu luz a tu ocaso

cuesta abajo, cuesta arriba,

en palíndromas confusiones

en cuestiones irresueltas ;

son coloreados graffitis

en muros de soledades

y en oquedades oscuras

por las olas esculpidas

en la roca abandonada.















domingo, 20 de septiembre de 2015

Xander James: autista

Puedo tocarme la sombra con los pies

y atrapar mi piel entre mis manos.

A veces te cuento como soy,

tan yo, tan tuquevés, por un rato 

y maúllo y gruño y desvarío,

y te miro, en silencio, ¿y sabes qué?

te veo igual que mira un gato.

Sé cantar el abecedario del revés

y respirar de memoria, hasta sentado.

Soy tan fuerte que soporto mis defectos,

sudando más cuando estoy más que cansado.

Contengo la respiración como un delfín,

sobre todo cuando estoy muy asustado.

Soy tan sensible al amor que lo percibo, 

cuando otros lo asustan con mirarlo.

A mí me busca, me halaga, me acaricia

y yo lo encuentro sin buscarlo.

Dejo que me ronde y no lo toco

no vaya a ser que huya por rozarlo.

Soy capaz de callar mientras tu cantas,

o silbas, o gritas, o te alteras. Yo, impasible.

A la espera. Te ignoro, te desveo y te desoigo.

Hasta que sea, cuando llegue, mi momento.

¿Tú qué ves en mí cuando me miras?

Yo veo todo colores y algún número,

puzzles, rompecabezas, acertijos,

desafíos, bromas, enigmas, pasatiempos.

Veo lo normal y lo absurdo de tu esfuerzo,

por hacerme ser como otros más, sin darte cuenta

¿no me ves? soy yo tan bello y especial,

que soy, simplemente, tan raro por normal.



(A Xander James, autista y maravilloso pianista. Por Álvaro Hernando, 2014)

lunes, 7 de septiembre de 2015

Receta XXXII para combatir el mal insomnio

Receta XXXII para combatir el mal insomnio

Mire hacia el infinito
con los ojos cerrados,
piense tres veces nuestros nombres
póngales un fondo estrellado
y una música plácidamente silenciosa;

mézclelo con una pizca de fantasía
y suéñelo hasta la ebullición.

Sáquelo de la vigilia
antes que se queme
y adórnelo
con la improvisada incontrolabilidad
de años caminando
en el mismo rumbo
en que el azar,
infortunado o sonriente,
persigue su vida.


No lo agite.
Inhálelo con grandes inspiraciones,
llenas de ternura
y paciencia.
Y si así no causa el onírico efecto deseado,
realice un roce extenso y pausado
de mis mejores deseos
por su piel inocente
y llena
               de maravillosas oportunidades
de ser besada.

En éste último caso
no está de más
cuente con la ayuda de un experto
o experta
en el amor en mitad de la oscura e insomne noche.
Nunca dejan piel a la casualidad
si no es a la del beso distraído.

Receta XXXII para combatir el mal insomnio
Álvaro Hernando

sábado, 22 de agosto de 2015

perros de vida

Perros de vida

De todos los perros
los mordedores son los que más amo,
aquéllos, que atrapan y sesgan
los que arrancan
apresan, rajan
con sus dientes infectados, ésos,
de bacterias
que hacen heridas, ésos,
que no cierran
que desalman.

En todos los bocados
con que me torturan
me desollan los costados
me dejan negros los huecos
borran besos de mi carne
por tu amor sucia de vida,
ya sabes, mi carne tuya
esa carne antes nuestra
y en ciertos momentos mía
si tú me la acariciabas.

Tras tu tiempo son alivios
dentelladas
que liberan mis esperas
Todas ellas apiladas, en adujas
mis llegadas
corazón encogido de certeza
son estampas de virgen
calendario obsceno de ausencias
brea en blanco de novia
matar de carencia el deseo.

Muerden, muerden la carne
el hueso, las ganas de vida
la negación del tiempo
muerden el esperarnos
se llevan la piel y el cuero
se llevan nuestras heridas
cicatrices y tatuajes
se llevan del viento el silbo
se arrancan a trozos infierno
fragancias de sexo muerto.

De aquella tormenta cálida
plétora de amor ya muerto.
queda un pez en charco yerto
nidos desasistidos
sobrevivientes muertos,
pírricos los recuerdos
burilar en tintineo
zapapico de cantero
sobre la roca de amor
en que esculpir tu recuerdo

Por eso los amo, amante
por eso los alimento
los cebo de mí a todos ellos.
Con sus colmillos sangrantes
embadurnados de olvido
son los perros de la vida
los que apresarán mis sueños
devoran nuestras ideas
les prestaré mi vida,
me devolverán el sueño.

Álvaro Hernando










viernes, 21 de agosto de 2015

Decir

Decir. Decir es sencillamente lo que queda después de exhalar tiempo.

Decir

di
cuidarme en tu voz
di
andar camino
di
saltar del susto
di
volverme niño
di
ajustar el cinto
di
saber de ti
di
correr la vida
di
escucharme cerca
di
mover la silla
di
sentir calma vacía
di
pisar la nieve
di
escribir de miedos
di
dos deudas de afecto
di
bailar de júbilo
di
alejarme de tu embrujo
di
oír tu eco
di
variar el rumbo
di
mis manos en las tuyas
di
mis dias bellos
dar
la vida por venir.


Álvaro Hernando

lunes, 17 de agosto de 2015

Álgebra de 8

Álgebra de 8 

A 8.000 versos de distancia estamos
a ocho veces mil excusas de tocarnos
o a cuando nos junten las rimas
y los ritmos de la poesía creciente,
o menguante.

Son ochenta veces cien saltos al vacío
al cerrar nostálgicos los ojos
para encontrarnos en esa luna azul que pasa
una vez cada 800 veces diez suspiros,
despistados.

Vivo de tus asaltos
por las noches cuando llegas
con tu collar de ocho cuentas,
hilo enjaezado de nostalgia
enhebrados en su plata fresas y limones,
Cuando llegas, dulce de leche y pan suizo.
Toda tú eres collar
toda limón, toda fresa.

Ocho miles de caricias de una en una.
Después muero entre tus cuitas;
la habitación, queda oscura
te huelo entre sombras y jengibre,
oh, piel ausente...
desaparece tu seda en mi boca
y tu tiempo de mi cosmos
como gusanos quedan
arena y serrín entre dientes
piel y ocho nadas, ausente.

Ocho soñé el millar de veces,
reventaron los cristales
que escondían nuestros ojos.
Esa luz abrasadora, sucia felicidad
favilas que flotan al tiempo
en que acaba nuestro fuego,
la ceniza y leño
de ser imperfecta la mueca
de verse todo acabar
de hacerse el mundo imperfecto
se fuga histérica al vuelo.

Voy a construir
barro y ceniza en los ladrillos
fábricas de hueca sabiduría,
a ocho mil versos de distancia,
recorriendo, prestadas por el Sol y el mar,
esa traza de pecas,
batiendo en tu marejada
furioso de papel el remo
en favor, sin rumbo, del viento
en gemido mordido de niño
en la codicia por vivir.

Reclamo la atención del eco
y me molesto cuando nadie está ahí,
escuchándome los latidos
cuando se me acelera el pulso
                adulado
                       o perdido.

En estos mapas nuevos
nos descubrirán los no creyentes
como precipicios compatibles con la orografía.
La historia de mí anduvo
se detuvo
fue
como un paso en falso
para descubrirme en coordenadas
llenas de minutos, segundos, grados
ángulos imposibles de tiempo
dobleces de planos viejos.

Se me cosen a la falda tus besos,
¿no lo ves?
Como pedazos de vidas ajenas los luzco.
Como átomos de existencias encadenadas a una mágica
explosión.
Explosión.
Existencias que nunca serán mías,
sino de mi mayúscula soledad a inicio de frase.
Explosión en danzas sin pasos de baile
ni siquiera melodías de moda
por idiotas tarareadas.

Destruyo,
por pereza o por sistema,
los pedazos de ajenas vidas
que se empeñan en cosérteme
los besos a mi falda,
átomos de existencias que nunca serán mías,
ni por prestadas, ni por tomadas.
Soy entonces el perro del hortelano
de mi única y mayúscula soledad,
y ni la dejo marchar,
ni la alimento.
Y canto canciones de amor muerto encintadas.
Y canto canciones de vida
como buscando los pasos
que encajen de baile en la historia
cantada por melodías
espirituales
que nunca estarán de moda.

No voy a amar sin estar dispuesto a matar,
ni a vivir sin aceptar la muerte
como la sombra retardada
de los últimos
ocho mil amaneceres.

(Álvaro Hernando)

miércoles, 12 de agosto de 2015

Claúsula de impunidad

Cláusula de impunidad.

Quédate tú con la calma
elijo el dolor por ti
elijo el calor quemar
mis sueños descalzos al sol
la cuchilla de hielo ajar 
mi piel extendida al viento,
la pinza de ropa en la oreja
el arete en la nariz. 
el perder algunos juegos. 
la piedra en el pie descalzo
la pavesa entre los dedos
el ácido en lo escuchado.

Cuando llegue tu recuerdo
sea la imagen bella
de tus desnudos afectos
de tus abismos en vuelo.

Te elijo, Atrición En mí
en cada cuidado ciego
en cada piel tutelada
en las manos, los recuerdos
las historias irresueltas
los estorbos para el tiempo
las lluvias de barro y frío
lodos en nuestro lecho
uñas clavadas al pelo
ropas rasgadas de boda
curvas a velocidad lenta
lento despeñar deseos. 

Cuando la vida pase
me rinda por devastado
roto de pura vida
rebosante de pecado. 

Álvaro Hernando

Ensoñación en Michigan Av

Ensoñación en Michigan Av


A quien le importa tu abismo
si de las grietas llegan
luminosos los delirios
que suenan a vida nueva,
a vida sobre la yerba,
a láudano sobre herida
a vitores de la luna
a remolinos de hoja y tierra.
Te encuentro. Cuando camino
por cada calle atascada
veo nadies, veo ausentes
te veo entera mirarme
entre coches
tus piernas
sus faros
tus brazos
sus puertas
tus pies
sus ruedas
tus ojos
mi mente.
Un golpe.
Toda tú me llena.
Tu abismo
tu abismo perece en mis venas.

martes, 4 de agosto de 2015

Desde las tripas

Desde las tripas

Desde las tripas te hablo
desde las tripas
esas tripas llenas de ácido
sin santos pacientes engullidos
esperando liberar su barco.
Mis tripas son tempestades.

Desde las tripas
soy impaciente
¿a ti no te parece
que los pacientes
son un poco
suicidas enlatados?
En tripas encerrados.

¿No se dan cuenta?
No son inmortales.
Desde las tripas impaciente.
Desde el ácido que consume el segundero.
Desde las tripas
llenas de felicidades digeridas
penas atragantadas
hechas puro arrecife
casi plomo y oro
apresada tu gravedad al cielo
más moribundo se escapa
el tiempo.

Desde las tripas matar
palabras vanas,
palabras huecas.
Matar y dejar hueco
al hambre que no sacia
la dictadura del sexo
a la libertad de verso
a la palabra en susurro
a la saliva en el cuello.

Desde las tripas canto
bailo con las tripas
impaciente corro
desde las tripas bebo
beso
impaciente copulo
follar desde las tripas
se acaba el momento.
Desde las tripas siento, leo.
Viajo, con impaciencia, desde las tripas.
Es la única manera de escribir en la punta del dardo,
con el veneno del mar, del amor y del cielo.

Desde las tripas, bostezo.

Álvaro Hernando

domingo, 26 de julio de 2015

Morder sin culpa

Morder sin culpa

Anduve fijándome en la luna,
en esa plateada cuna que de espejo refleja
besos aturdidos, solitarios,
en la que lo único que hay orientado
es mi mirada, y tu mirada.

Todo lo demás fue locura y distancia.
Mi camino se desciñó a las estrellas,
navegó  por las gotas, esparcidas por tu piel,
por mapas con deseos y ausencias trazados,
deambulado con los ojos, siempre con los ojos,
a pasitos de bailarina, como ligeros
pinceles de refinada ilustradora
que repasa una y otra vez con impalpable tinta
esa obra, que es la ralentizada caricia,
en filigrana por eterno inacabada.

Descubrí entonces esa emboscada dulce
ese acariciar la seda deseada,
ese correr tras de los autos y las bicicletas
ladrándoles lo mucho que me alteran
y un mirar su huída como mi triunfo.

Vi ya tu sombra hacerse pequeña
acunada tu sonrisa en el cabrilleo de tu estanque
en la diáfana oscuridad de nuestras noches,
toda tú entera envuelta en diamantes minúsculos de cristal
que a la carrera se perdían, persiguiendo tus escalofríos.
Esas pequeñas gotas, a punto de estallar
contienen el eco de los besos nunca dados
hilados en una coreografía perfecta
entreverados los pasos, repiqueteado ritmo,
retumbando en mi mente de cachorro impaciente.

Y ese pequeño beato que hay en mí te regaló sus preces
en un imperecedero instante de absoluta fe en tus ojos.
Y me permití morder la luna,
acariciando mis labios secos tu piel de plata,
dejé que tu sabor eterno se fundiera en nuestros paladares.


jueves, 23 de julio de 2015

No.

No saber, no ver, no sentir.
No ser.
No sentir, no estar, no oler.
No hablar.
No tener, no saltar, no beber.
No al amar.
No llegar, no perder, no andar.
No esperar.
No poder, no sufrir, no entender.
No vivir.
No, por encima de todo, no querer.

martes, 21 de julio de 2015

Entrega tu vida

Entrega tu vida

Debo, de entre todas la cosas soñadas por el hombre,
sentirme afortunado por perdelo;
porque mi tiempo de felicidad está pasado.
Y eso está reservado en propiedad
a los que tocarán con su sangre y alma
la tierra firme e invisible del mañana,
sobre la que crecerán sus vástagos
de justicia, rectos, y de sueños plenos.
Y entonces, de ellos será, la felicidad
y, nuestra, la anónima y eterna recompensa.
Ésos, que no abandonan en un hoy de miseria
la frágil mentira del ufano mañana sin lucha,
son los que morirán haciéndose preguntas
que contesten por qué
sus hijos
viven arrodillados
en un fango maloliente
húmedo y nutrido
por la sangre de los inocentes.
Entrega entera tu savia a la más cruel
dolorosa y humillante de las muertes,
si en dulce despertar en el barco de Caronte,
regada en milagros y esperanzas
te sorprende la cosecha que sembraste,
y lo descubres,
y encuentras que has regalado el futuro a vida y viento
a los descendientes de la libertad. A ellos.
A ellos frente a ésos,
quienes de otra manera, inmisericordes,
nos arrancarían, con los dientes,
rebosantes de desprecio,
cualquier oportunidad vana
de un mundo justo
antes de la muerte.
Nuestros hermanos,
los voraces lobos hombre,
de las manos nos arrancarán,
con los dientes, de desprecio jironados
hasta la música silenciosa de las estrellas.

Álvaro Hernando

lunes, 20 de julio de 2015

De nuevo, un poema recuperado: El cuello en un beso.

Hoy recordé algo escrito hace ya mucho tiempo. Una eternidad que no deja de ser presente.

El cuello en un beso.
¿Es la seda o es la piel?
Cómo puede saber a mar el carmín que rodea esa sonrisa.
Ese carmín invisible,
ese cuello fino y largo,
solo marcado por una flecha de pelo,
mechón apuntado en la nuca.
Una sonrisa eterna que es nueva,
que ilumina y trae infancia a la decepción de la experiencia.
Cuando las cosas alrededor son frías,
confío mis cálidos miedos a esa piel,
llena de vida en un irrompible, largo y fino cuello.
A veces un atril,
que separa el corazón pausado
de los calambres que bailan por ser ideas.
Son, cada latido, como hermanos de otro tal pensamiento,
como sólidos pies sobre los que saltan notas bailarinas de una sinfonía vivaz…
se apoyan, impulsan y hacen volar anhelos.
Es el lugar de mis besos.
Los que no puedo dar.
Los que buscar lejos,
porque no les vuela mi vehemente deseo,
los escalofríos que te adornarían en lugar de ese pañuelo.
La seda, su seda, es mal compañera comparada con mi aliento.
¡Cómo puede hacer tanto frío lejos de ahí!
Como puede caber todo en un solo cielo,
como cabe tu cuello en un beso.

(Álvaro Hernando)

sábado, 18 de julio de 2015

Calle Hayward con South desde mi ventana

Calle Hayward con South desde mi ventana


Las castañuelas verdes chocan en onda de ida y vuelta
verdes como es gris la sombra que proyectan.
Los gorriones
en locos giros de intenciones
trazan líneas de seda entre sus ruidos y los del viento.

Se empeña el sol en darle un tono gris a todo aquél que no le dé la cara
haciendo humo de las húmedas fantasías
que se evaporan
entre hadas y cuentos para adolescentes
que arrastran sus pies hacia el agua tibia de verano.

Ni una corriente fresca se atreve a mirarnos a la cara
ni tan siquiera a prometernos amor eterno de a media noche y poco más.
Es tal el sopor y el aburrimiento que creamos fantasías
como que el tiempo corre
como que estamos juntos
como que nos amamos
como que nunca morirá en ti mi recuerdo.
Las castañuelas verdes siguen con su melodía,
hacen olvidar que el silencio es una pesada esperanza,
ligeros los pies que tienen por ramas
pues bailan como pequeños diablos entre las copas del árbol que me da tu sombra.

viernes, 3 de julio de 2015

Noray

Noray


No aguanto el verte sin sonrisa
mi barco entero cruje ardiéndole el casco por el agua
si no me ilumina el rumbo tu alegría;
camino a tu felicidad mi destino pronto
o a mi entera desgracia en el abismo quieto de tu lágrima
un golpe de rumbo de tu existencia dependiente
siempre buscando noray donde a ti amarrarme.
Este mar cálido entibia mis desesperados intentos de olvidarme de ti
de tu rumbo
del brillo de tu estela.
Mi orza que te encuentre o toque fondo
ese es el destino del único navío que navega por tus mares
Ítaca en el horizonte  
el Estigia en el recuerdo
y tu pleamar amaneciéndome en susurros. 
Tú eres mi mar perdido. 

Hernando

martes, 30 de junio de 2015

La partida



La partida

No puede olvidar el Zierzo                                    (*)
por eso vuelve al regazo del Moncayo
a los otoños rojos, pardos y negros
de los inolvidables Monegros
ni al susurro rumoroso del Ebro
y al dulzor de los frutales
al Cariñena y su garnacha
con su cálida muchacha
a susurrarse de por vida.
¡Van a vivir
juntas sus manos!
Los deseos del presente
con presentes de repente
súbitos abrazos sinceros
la ternura en los besos lo primero;
La copa fría
verdades sin ropa
mañanas desnudas
inviernos atrapados tras la ventana
Dante volviendo del infierno
juntos de la mano
de toda culpa y condenas liberado
lágrimas de amor apasionada la sonrisa
cantada por su voz y su palabra

justo dada por su mano.



Retazos de canciones de Diego Escusol
(*) Cierzo. En el original, licencia.

La corrupción



La Corrupción

No hay ansiedad en ese cuello estrangulado por amor y sudor. Encastrada la gargantilla en el miserable pasado, nada salvo su primera piel queda del barro, la rata y el hambre. Su muslo aprisionado por el encaje elástico y la elegancia, todo bien encadenado, como el ancla que es, a la inocencia hedionda, marchita y empapada de salmuera. 
Tuvo un hijo. Lo dejó morir en el reflejo del espejo, mientras su infertilidad se daba un baño de vino, espuma y semen. 
No hay luto en ese cuello largo, besado, salado de restos de sudor prestado. Ni una mirada al abismo que es su conciencia. Mira su pelo, trenzado y sucio. No hay en ella entera desesperación ni pena, aún en la soledad que se le construye cada tarde. Está esperándonos, ante nuestro reflejo, para amamantarnos y darnos suero infectado, de sus preciosos pechos.
No hay prisa por llegarnos, su vientre siempre está lleno.

- La Corrupción (En Poemario III), Álvaro Hernando



Image: Midnight in Red, by Jeremy Mann (Oil on Panel)

miércoles, 24 de junio de 2015

Persistes

Persistes

Y a cada vuelta de la esquina buscándote 
y tú persistentemente ausente en la acera
y yo perfeccionista en el recordarte 
haciéndote presencia absoluta en mi mente, 
venga a buscarte.
Y venga.
Y venga.
Y venga a no encontrarte, salvo en desafortunadas casualidades,
que de mi mente han borrado tu presencia
para construirle una alcoba a medida a tu recuerdo.
En eso estoy ahora,
en dibujarme un mapa de pasos perdidos
por aceras desiertas
en las que ni la casualidad, ni la causalidad a ti me lleven.
Qué molesto se me hace no encontrarte
a pesar de serme omnipresente.

Álvaro Hernando

martes, 16 de junio de 2015

La piedra.

La piedra

La piedra grita

te habla, te ladra,
porque la piedra dice.
Dice no pares
dice libérame de tu zapato
y no la escucho 
y sigo caminando.
Y la piedra habla
en respuesta a la ola
y al crujir de los cuerpos
sobre los que caminamos,
y discreta dice
No así. Así te parto.
Y la piedra ladra
porque ladra cuando al perro
desde mi mano
se le lanza.
Y la piedra canta,
y zapatea cuando salta,
porque la piedra canta,
si el viento silba, 
si el arroyo le da palmas,
ella, en toda su primavera
con el alma canta.
Y es que la piedra grita
porque grita
grita desesperada
anclándose a tu alma, 
siendo dolor y experiencia
de tanta vida pasada.
El mundo se puede amar,
entero, en una piedra.
Y es verdad que amo tus piedras
de lejos con rabia ya lanzadas
como recuerdos que son en la corriente
cuando el arroyo les dio palmas
y zapatearon en su vientre.
Ni a la más fría renuncio.
Ni a la más caliente. 
Mi hogar está hecho de ecos,
del tic tac toc de tus piedras entre dientes,
de ganas de sembrar entre la grava,
ver crecer de ese vacío 
nuevas rocas para lanzar por la ventana.
La piedra grita
susurra y ladra,
y también dice,
porque la piedra, de tu cantera sale,
la piedra, habla.