Veo belleza en la ira y en la mirada hueca,
y en la mano que aja la flor de tallo blanco.
Veo una belleza imperdonable en el crimen,
en el deseo que mata la virtud y la paciencia.
La belleza, quejumbrosa, se ata a la traición del hambre,
una de esas que viste de etiqueta con un beso farsante.
La veo, descansando en la mediocridad y el orín,
y en la falta de talento y en la trampa del carnicero.
Veo tanta belleza en el chillo del reclamo,
en el miedo al que me entrego y en la herida que tengo.
Hay belleza en el decapitado, en el ciego,
en el idiota y en sus estériles desvelos.
Hay belleza en el traspiés y en la sangre del golpe,
y en los puntos de sutura (recuerdo que aun es corte).
Hay tanta belleza en la derrota del pícaro,
en la basura, en el hedor, en el vómito, en el fracaso.
Soy el perfecto corruptor del mundo, rotundo,
el que siempre ve belleza cuando todo huele a muerto.
(Alvaro Hernando, en La Herida Eterna)
PROTOTIPO DE DEMONIO INTERIOR. Autor: Murdo Ortiz. (Técnica mixta sobre papel. 70 x 56 cm. 2015).http://www.murdortiz.com/index.html |