I
Hay un cuervo muerto en Grant Avenue
es un cuervo sin plumas
casi polluelo
un proyecto de elegante cuervo negro
que ha quedado en una cara desfigurada
rosácea y aplastada
como pasada por un desierto
seca.
II
Hay un cuervo muerto entre Market Street
y Linden
Mirándonos desde abajo
con la vista hueca
de himenóptero repleta
deshaciéndose en dudas
por nuestros pasos entre charcos,
no hace frío.
III
Hay un cuervo muerto dentro de mi cabeza
ríe, desplumado, grotesca piel rosa,
en dos dimensiones ocupa
el lugar que el polvo y la broza
alimenta en mi pecho
y anida de ti en mí
con su panza hinchada
y sus pies descalzos
cubiertos tan solo por garras
de avechucho polluelo muerto.
IV
Hay un cuervo muerto dentro de tu pecho
me pertenece entero
con sus plumas que le faltan
con su vida que fue
con su alma que llora
todo es mío
el lugar oscuro entre estrellas y perfumes
abierto sólo para esas mis tristezas
que haces tuyas (y alimentas)
con la fe puesta en que tornen
sueños de polluelo aún en el nido
V
Hay un cuervo muerto mirándonos perplejo
flotando en la nada inexistente
que duda de su presencia
y de la nuestra
reflejo de azares y desvíos
presa de oscuras formas en el agua
salpicado de lluvia y soledades
esperando encogerse con el tiempo
tapando con su pobre cuerpo cuervo
humanas oquedades.
(Cuervo. Álvaro Hernando)