Ahí de la mano
un paso, tras otro,
y otro tras el primero
y el segundo
hasta treinta
pasos blancos
los primeros
los de padre amable
los de Libreros
de Plaza Cervantes
los de Calle de los Colegios
Anhelo de piel,
bañada de viento,
mojada de sombra
impura y alegre
libre y sedienta de
taula
Tramontana
agua turquesa
y polvo, camino viejo.
Treinta pasos, los segundos.
¨Prometo flotar,
elevarme y elevarte,
sobre la arena,
sobre el agua y
el barro,
por encima
por encima del fuego y,
sobre todo,
alejando de tus pies el olvido."
Treinta pasos,
los terceros,
los maduros
los que flotan en el viento
los que bien saben
Cavallerías luce
en tus ojos febriles
felinos los latidos
delatando
sonidos de niño
pura fragancia
de Luna madre
mordisco de salitre
y piel de tamarindo.
Treinta pasos,
de ésos quedan
como siempre
los más de niño
inseguros
los primeros
los futuros
los inciertos
los de vida repetidos
pero nunca
nunca en un tiempo de recuerdos
los últimos pasos perdidos.
(Para Luismi, Luis, Luismigüel, Luismón, en su treinta cumpleaños. Y para Rocky, que parece que le cuida)
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